La primera visita de un niño al dentista representa un momento fundamental para el desarrollo de una relación positiva y constructiva entre el dentista y el pequeño paciente. Por eso es muy importante tener precauciones para que todo se dé de la mejor manera.
En ausencia de problemas importantes, como ausencia de erupción de los dientes de leche, frenillos labiales y linguales cortos, malformaciones orofaciales, es aconsejable acudir al dentista para una consulta inicial al final de la erupción de todos los dientes de leche.
Cómo tranquilizar a un niño en el dentista
Hablar con tono sereno y jugar con él mientras se le relaciona pacientemente con el entorno es una de las técnicas más efectivas. Asimismo, es clave que los padres hablen de la visita al dentista como una actividad divertida donde van a pasarlo bien.
Cómo quitar el miedo al dentista
La comunicación y la naturalidad son los mejores remedios. El niño debe entender que la visita al dentista es algo natural y necesario. Además, hoy en día existen multitud de remedios y consejos que ayudarán a combatir una odontofobia normal o leve. Juegos, juguetes dentales, cuidar de la boca de un muñeco, productos audiovisuales… También es bueno hacer de la visita una especie de juego, en la que los padres también sean revisados, de esta forma el niño ve de forma más natural el proceso.
Cómo explicar a un niño qué hace un dentista
Lo más importante es la empatía y la honestidad, de nada vale decir al crío que será llevado a un parque temático para luego enfrentarlo a la verdad. Ser sinceros y explicar que se trata de un ‘amigo’ o ‘amiga’ que nos va a enseñar a cuidar muy bien de nuestros dientes.
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