Las encías retraídas son un problema de salud dental más común de lo que se cree. El cepillado agresivo y las enfermedades bucodentales pueden ocasionar que las encías se retraigan.

Además de verse antiestético puede traer repercusiones en la salud, es por ello que se debe acudir al dentista al notar los primeros síntomas de retracción.

Aunque un especialista es la persona apropiada para afirmar que se trata de encías retraídas, dicha afección se puede identificar con facilidad, las encías dejan al descubierto la raíz del diente y el paciente presenta intensa sensibilidad a los alimentos fríos y calientes.

Encías retraidas: ¿a qué se debe?

La retracción de las encías se debe las siguientes enfermedades:

Gingivitis: la gingivitis ocasiona la inflamación de las encías por la placa bacteriana, cuando la gingivitis no es tratada, la acumulación de residuos deja de tener espacio para acumularse en las encías y allí es cuando ocurre la retracción de las encías.

Periodontitis: la periodontitis es la fase más avanzada de la gingivitis, esta afección deteriora el diente hasta llegar a la raíz, y mientras este proceso ocurre la encía se va desgastando.

¿Por qué es necesario recibir tratamiento para las encías retraídas?

Una vez que las encías empiezan a retraerse no se detienen. El proceso de retracción es lento, es por ello que los pacientes ignoran las posibles complicaciones de esta enfermedad. Las encías se pueden retraer hasta exponer la raíz del diente.

Complicaciones

Los espacios entre las encías hacen más fácil la propagación de bacterias y sarro en la cavidad bucal. Otra de las complicaciones ocurre cuando la raíz del diente queda expuesta, ya que habrá mayor sensibilidad y se corre el riesgo de perder la pieza dental.