La limpieza dental perfecta debe ser completa. No basta con cepillarnos los dientes de cualquier manera para tener una higiene bucodental idónea. Si quieres saber qué tipo de hábitos debes tener para cuidar de tu boca y tus dientes correctamente, lee este post.Un cepillado de dientes bien realizado, el uso de hilo dental y un colutorio específico. El complemento de otros utensilios como el limpiador lingual y el irrigador dental. Para conseguir la limpieza dental perfecta deben confluir varios factores.
La limpieza dental perfecta paso a paso…
El cepillado de dientes: hay varias realidades importantes a tener en cuenta sobre el cepillado de dientes. Debemos saber coger bien el cepillo, posicionarlo de forma c0rrecta sobre la dentadura y realizar bien el movimiento del cepillado. Asimismo, un cepillado debe durar aproximadamente unos tres minutos. Y no olvidar que el cepillo tiene una vida, y que aproximadamente cada tres meses debe sustituirse. Tampoco te olvides de la higiene y el cuidado del cepillo de dientes a diario.
El uso del hilo dental: el hilo dental es un complemento imprescindible en el cuidado de nuestros dientes y encías. La seda ayuda a retirar los restos de alimentos de los espacios interdentales, y también a mantener limpias las encías. Debe incorporarse a nuestra rutina diaria y usarse al menos una vez.
El enjuague bucal: el compañero perfecto del cepillado y del uso del hilo dental. El colutorio es el mejor remate a la limpieza dental perfecta. Pero debemos tener en cuenta consejos importantes en su uso: hacer un enjuague durante un tiempo mínimo, y no aclarar después la boca con agua porque restaremos efecto.
El limpiador lingual: una especie de rastrillo -aunque existen otros dispositivos- que sirve para limpiar la superficie de la lengua de bacterias. Su uso está especialmente recomendado sobre todo por las mañanas, cuando acumulamos más microorganismos en la lengua después de una noche durmiendo. La correcta limpieza de la lengua asegura salud, higiene y mejor aliento.
El irrigador dental: El irrigador dental es un utensilio que ayuda a retirar sobre todo la placa y los restos de alimentos. Usando bien un irrigador dental a veces no es necesario utilizar el hilo dental. Consultar con un especialista es la mejor recomendación.