Si quieres saber cómo se limpian las encías, te interesa este artículo. Porque en higiene bucodental nunca es suficiente el cuidado que le damos a la salud de nuestra boca en el día, y porque muchos y muchas aún no lo saben todo sobre el cuidado de las encías.Porque para disfrutar de una higiene bucodental completa también hay que cuidar de las encías, que se deben cepillar suavemente y con frecuencia para mantenerlas limpias y evitar infecciones de carácter periodontal. Asimismo, cuando usamos el hilo dental también debemos tener en cuenta las encías, que deben limpiarse introduciendo con cuidado el hilo en la parte que une la pieza dental correspondiente a la encía.
Cómo se limpian las encías con el hilo dental…
En definitiva, usando el hilo dental, además de limpiar de restos de alimentos los espacios interdentales, limpiamos también el espacio de las encías que limita con cada diente, evitando así que se almacenen en esta zona resto de alimentos, etc. que puedan provocar complicaciones, infecciones, etc. a nivel de las encías. Se trata de una técnica no muy complicada, aunque es importante saber ejecutarla para no ocasionar daños a nivel de la superficie de las encías. Ante cualquier duda, lo más aconsejable siempre es que lo consultes con tu dentista habitual.
Cómo se limpian las encías con el cepillo de dientes…
Para limpiar y cuidar de las encías directamente con el cepillo de dientes, lo más aconsejable es utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves, además de una técnica suave, para no irritar la superficie de las encías.
De esta forma, lo que se persigue es algo parecido a lo que se logra con el hilo dental. Se aplica una ligera presión con el cepillo sobre el pliegue de las encías que se une con cada pieza dental. Realizando un movimiento controlado que permita a las cerdas del cepillo realizar un limpiado en la zona más superficial de las encías en su unión con los dientes. Este cepillado especial, unido al uso complementario del hilo dental, servirá para mantener una higiene en la zona de las encías, que evita, entre otras cosas, la acumulación de sarro en esa zona de nuestra boca.